12/10/09

TRIBUTO A MAMÁ

TRIBUTO A MAMÁ
De tu hija Shirley
25 de setiembre del 2009.

“CUANDO TU NASCISTE, TODOS REÍAN Y TÚ LLORABAS…VIVE DE TAL FORMA QUE CUANDO TÚ MUERAS, TODOS LLOREN Y TU SONRÍAS.

Jesús dijo: yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

No fue una intelectual, ni una profesional, ni una empresaria. Fue una mujer sencilla que en sus 83 años trasmitió un mensaje claro: su amor por la vida.
Mafalda Mulattieri Corporales, nació en Rivera el 2 de Abril de 1926, hija de Celestino Mulattieri y Camila Corporlaes, la 6ta de 12 hermanos. Mafalda vivió su vida de la manera mas sencilla y plena que se puede vivir.
Hermosa joven, era sin embargo tímida. Cuando le preguntaban a ella por que no tenía novio contestaba sonriendo: “Es que el mío... lo mandé buscar a Europa”. Efectivamente, una noche del año 1950 en Montevideo conoció a su príncipe azul, el simpático y buen mozo italiano Sergio Sartori quien llegó desde Francia a Uruguay.

Así fue como la sencilla campesina se casó con el príncipe azul que era la envidia de todos, un 17 de marzo de 1951. Al matrimonio de Sergio y Mafalda le nacieron dos hermosas hijas, (al menos así eran cuando nacieron) y que por razones obvias no mencionaremos en que años.(esa es información privilegiada). Pero la ilusión de “vivir feliz con su príncipe por muchos años” pronto se vio truncada cuando Sergio de enfermó de esclerosis en placa, quedando gradualmente paralítico, y perdiendo la lucha contra dicha enfermedad a sus 38 años, el 17 de noviembre de 1965. Mafalda le fue fiel a su príncipe hasta hoy, el día en que su corazón dejó de latir. Al pasar de los años la gente le preguntaba que por qué no se casaba otra vez y ella respondía con picardía “¿Para qué? ¿Para cuidar viejos?” Como si ella fuera aun una quinceañera…y que en realidad lo fue en su corazón.
Mafalda tuvo que hacerle frente a la dureza de criar a dos niñas y enfrentar la soledad. Mafalda no tenía muchas herramientas para enfrentar la viudez con sus dos hijas, pero hizo todo lo que pudo con todo lo que tenía para que sus hijas salieran adelante, izando la misma bandera que su esposo Sergio de que ellas estudiaran y trabajaran para triunfar en la vida. En nuestra pobreza, Dios usó ángeles para sustentarnos y sería injusta si aquí no hiciera una pausa para reconocer y agradecer la gente que nos apoyó para salir adelante: los vecinos Homero, Lisa Gonzálvez, Doña Orfila , que cada día nos regalaban el pan; mi primo Aldo, que cada día nos regalaba la leche y el almacenero de la esquina, don Núñez que pacientemente nos fiaba el surtido par que no pasáramos hambre.
Le gustaba mucho la música y cuando Alicia y yo éramos niñas en Rivera, después de almorzarnos poníamos a cantar las tres tangos (como Madreselva, Uno, Adiós Pampa Mía) valses, canciones modernas para aquella época_ De Palito Ortega, Leo Dan y los Iracundos) y los cantos patrios de la escuela. Era casi un ritual y cantábamos las tres con muchas ganas y llorábamos las tres con las canciones tristes. Mafalda nunca dejó de cantar. Tenía su cuaderno de cantos favoritos y en el hogar de ancianos donde vivió los últimos cuatro años, seguía cantando y haciendo cantar a los demás. Recuerdo que cuando iba a visitarme en México cantábamos “Caminitos, de tierras coloradas, no los hay donde quiera, caminitos, de tierras coloradas, son propios de Rivera.”

No era una intelectual pero se sabía todos los poemas que aprendió en la escuela y que también recitábamos en casa después del almuerzo. Le encantaba Juana de Ibarbourou y juntas recitábamos la Higuera…”Porque es áspera y fea, porque todas sus ramas son grises, yo le tengo piedad a la higuera”…como si ella se identificase con la higuera y luego celebraba el final cuando dice “ y tal vez a la noche, cuando el viento acaricie su copa, embriagada de gozo le cuente: hoy a mi, me dijeron hermosa”. También le gustaba el Vendedor de Naranjas y se emocionaba al recitarlo, seguramente recordando su tiempo en Rivera, cuando recitaba “Si a otro pago muy lejos del tuyo, indiecito, algún día te llevan y no eres feliz, y suspiras por volver a tu vieja querencia…. Ya sabrás indiecito asombrado, lo que es la palabra nostalgia ( Esto pueden verlo en you tube bajo Mafalda la higuera http://www.youtube.com/watch?v=6kDgmWq_B8Q
Y Madalda el vendedor de naranjas
http://www.youtube.com/watch?v=XZFj6GinArA&feature=related


Cuando yo me mudé a Montevideo, ( Alicia ya vivía en Montevideo) ella consiguió trabajo de empleada doméstica para poder estar cerca de sus dos hijas. Y ahí comenzó su vida de independencia que muchos de ustedes conocieron. La vida es muy corta y Mafalda quería aprovecharla al máximo. Quería pasear, conocer, visitar familiares y amigos. Su corazón sencillo era muy grande para darle su amor sólo a sus hijas y nietos, por eso amó a sus 34 sobrinos como a sus hijas, y a los hijos de sus sobrinos como nietos, y a los hijos de los hijos de sus sobrinos como bisnietos. Y se los demostró llamándolos para sus cumpleaños y visitándolos cada vez que podía..sin esperar una invitación. A veces sus visitas fueron inoportunas, pero estoy segura que les hizo reír. ( Historia de Alba: la pasta frola).
Cuando algo se le ponía en la mente, no había quien lo cambiara. En una ocasión dijo que quería ir el domingo a Punta del Este ( el más famoso balneario de Uruguay). Ese día amaneció lloviendo torrencialmente, pero Mafalda ya había decidido y no había ni hijas, ni yernos ,nietos que la hicieran cambiar. Así que portando su paraguas y su pilot, tomó la ONDA ( un autobús) en plaza Libertad y se fue a Punta del Este. Al llegar allá como seguía lloviendo no podía hacer nada así que compró su yogurt, se sentó a comerlo junto a la ventana, mientras veía la lluvia y luego se compro el pasaje y regreso a Montevideo!
Si alguien no tenía pelos en la lengua, esa era mi madre: hablaba lo que estaba en su mente y corazón, sin pulirlo para ser “socialmente aceptado” o caer bien. Un día mi compañera Ruth la fue a visitar cuando ella se acababa de operar, pero como estaba dormida le dejó de regalo un osito de peluche. Al siguiente día ruth regresóa visitarla de nuevo y mamá le dijo “ ¡No sé quien me trajo esa porquería! ¿Para qué quiero yo un osito de Peluche! ¡No tengo lugar para ponerlo! Y mi amiga se rió con ella y le reveló quién se lo había traído y ambas terminaron a las carcajadas.

Le gustaba mucho viajar. Me fue a visitar cuando nació mi primera hija Viviane, en Brasil, mi segunda hija Andrea en México y mis dos hijos menores en Estados Unidos. Como dijo mi primo Aldo,” no necesitaba de un peso para ser feliz”. Ella decía que como no tenía nada podía viajar libremente, mientras que los ricos, no podían salir porque tenían que cuidar su patrimonio. Cuando me visitaba, y yo tenía que salir a algún lado o cruzar la frontera de EEUU a México, y la invitaba, ella siempre me decía que sí. Yo le decía que no tenía tiempo de esperarla y ella se subía al auto y ahí se iba cambiando la ropa. Mi hermana Alicia también comenta que nunca le dijo que no cuando la invitaba a salir. Nunca perdió una oportunidad de salir porque no estuviera lista, o porque fuera difícil, o porque no quisiera. Sólo perdió unas pocas oportunidades de salir cuando ya su cuerpo ya no podía más. ¡Qué lección para todos nosotros que muchas veces teniéndolo todo, y especialmente teniendo salud, lo complicamos todo en vez de disfrutar el momento y la vida que Dios nos regala! Mafalda tenía tanto amor a la vida!
Se sentía orgullosa de su familia; de nosotras sus hijas y de sus seis nietos y de su único bisnieto Kristopher a quien no alcanzó a conocer. Ustedes se habrán dado cuenta de esto porque siempre mostraba las fotos de su familia y celebraba los goles y los logros de sus seis nietos y posiblemente les leía nuestras cartas. Me centa Alba que le traía pilas de cartas nuestras para que las leyeran y Alba le decía a su esposo Gerardo que era mucho y que ella no las iba a leer. Pero el honesto de Gerardo le preguntaba Æ¿Á que le vamos a decir cuando nos pregunte de las noticias que dice Shirley en sus cartas?” Asi que el pobre Gerardo decidio pasarse la tarde del domingo leyendo mis cartas a mamea para después poder pasar el “examen”!
Mis hijos, Viviane, Andrea, Moses y Sergio la llamaban “ la abuela chistosa”. Y ella era pierna para todo, desde jugar al futbol, hasta actuar en un drama. Mi hija Andrea dijo que cuando le toque a ella, quisiera ser una abuela alegre y divertida como la abuela Mafalda. Todos ellos disfrutaban de su compañía y se reían con ella a meas no poder. Mi esposo Ariel le regaló el carrito que le ayudaba a caminar en los últimos tiempos y al que ella llamaba “ mi Mercedes Benz”.

Yo sólo lamento no haber estado más cerca de ella, ya que por un llamado mayor me fui con mi esposo a Brasil, luego a México y luego a EEUU, pero le doy gracias a Dios por mi hermana Alicia y por mi cuñado Ariel quien realmente la trató, no como a una suegra, sino como una madre y ellos se encargaron de que mi mamá tuviera una vida de calidad y rodeada de afecto. Ariel , Alicia ,Javier y Germán fueron lo que le dieron ese amor práctico en sus días de decadencia. Alicia se esforzó para que nuestra madre disfrutara todo lo que pudiera de la playa , el sol y la naturaleza que ella tanto amaba, pero que cada vez podía disfrutar menos debido a su deficiencia motriz. Solo los que han vivido esa situación pueden entender el esfuerzo que eso significada, pero, Alicia, gracias, todo eso valió la pena; gracias por tratar a nuestra madre con dignidad y respeto; gracias por hacer tu parte y la mía; gracias porque sé que muchas veces renunciaste a tus deseos para que se cumplieran los de ella.
Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer a todos los que no solo le dieron su cariño sino que también le brindaron su apoyo y muchas veces la aguantaron cuando la situación no era agradable. Quiero agradecerle a mis tías, Irma, Teresa, Shirley y Carmen por su apoyo moral y económico, por recibirla siempre aunque fuera incómodo hacerlo. Quiero agradecer a mis primos en general y a Melba y Aldo en particular por haberla querido y tratado como a una madre. Quiero agradecer a mi amiga Alba por haber hecho las cosas que yo, al estar lejos, no podía hacer por ella, y sobre todo por haberla querido. Quiero agradecer a mi suegra Elda por haber viajado con ella a visitarme, sin cuya ayuda no la hubiera podido verlas últimas veces. Quiero agradecerles a cada uno de ustedes, que están sacrificando el tiempo de sus vidas activas para rendirle homenaje a mi mamá. Eso significa mucho para Alicia y para mi.
Lamentablemente no pude llegar a tiempo para darle el último abrazo, el último beso y decirle una vez mas cuánto la quería. Pero mi lamento se volverá en risa, porque ella, en su amor por la vida, no quiso que su vida terminara como hoy, en un ataúd. Ella escogió la vida. Ella escogió creer en la palabra de Dios cuando dice que DE TAL MANERA AMO DIOS AL MUNDO QUE HA DADO A SU HIJO UNIGENITO, PARA QUE TODO AQUEL QUE EN EL CREA NOS E PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Y porque ella creyó en Jesús, y aceptó su sacrificio y el perdón por sus pecados, hoy, no está muerta. Hoy, lejos de estar muerta es su primer día en la eternidad. Hoy ya no necesita un andador y al fin puede correr , como decía ella, “ como un venado”. Hoy no hay alta presión, ni corazón grande, ni insuficiencia renal. Hoy, la persona que ella es, la verdadera Mafalda está de fiesta con Jesús en el cielo. Por eso mamá, no te digo adiós, porque adiós se dice cuando uno ya no se vuelve a ver a la persona. Hoy te digo, hasta pronto, porque un día me tocara a mi también partir, y porque yo hice la misma elección que tu, te volveré a ver, para tomar todos los yogures que quieras en un lugar mucho más hermoso que Punta del Este, para cantar más canciones que las que pudiste escribir en tu cuaderno, para recorrer los lugares meas hermosos que jamás hayas imaginado, y para disfrutar de esa vida que Dios nos da, para siempre, en la presencia de Jesús. El himno favorito de mi mamá era “Cuan Grande es El” y los invito a cantar conmigo.
A Mafalda le sobreviven su hija Alicia Sartori, su yerno Ariel Imken, sus nietos Javier Imken y German Imken, su hija Shirley Sartori, su yerno Ariel Castillo, sus nietos Viviane Castillo, Ulises Manzano, Andrea Castillo, Ernesto Guerrero, Moses Castillo, Sergio Castillo y su bisnieto Kristopher Miguel Manzano Castillo. Todos nosotros les agradecemos profundamente el participar en este día de la celebración y agradecimiento a Dios por la vida de Mafalda Mulattieri de Sartori.
Jesucristo dijo : Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mi aunque esté muerto, vivirá


UÚltima vez que vi a mi mamá en marzo 2009.Montevideo, Uruguay.

4 comentarios:

Mariolo dijo...

Que emotivo homenaje, que historia de película.

Sentido homenaje, en momentos que a veces u a uno no le da para escribir nada.
Muy lindo.

¡¡cómo rompen!! dijo...

Hola Mario,es todo lo que tu dices y mucho màs,fue la mamà de una muy querida amiga,vecinas de toda la vida de mi vieja y querida calle Agustìn Ortega en Rivera.
Y es tal cual ella lo cuenta,ni màs ni menos,por eso la subì tb al FB y como digo,agradezco a Dios el poder haber sido parte con mi flia de esta historia,asì nos criamos...
Y debo decir que desgraciadamente en mi flia no todos entendieron el gesto de compartir el pan,mi abuelo,dueño de la panaderìa de donde nos venìa gratis el pan,en abundancia y el cual compartimos con ellas,cuando se enterò de ello,se enojò,casi nos lo retira,pero igualmente seguimos compartiendo,lo digo y me hago cargo.
Pero es muy bueno,ver que no aramos y sembramos en el agua.

Mariela Torres dijo...

Muy hermoso homenaje. Es una persona que me hubiera gustado conocer.

Un beso a vos, por haber compartido esta historia con nosotros, que al leerla, seguro nos haremos mejores.

Besos.

LAdriana dijo...

Qué linda la historia de Mafalda, y como dice tu amiga, aprender a disfrutar la vida, lo que tenemos a full!!!!

precioso homenaje!